Sánchez exige «más mujeres en Consejos de Administración» mientras las elimina de su núcleo duro

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se atreve a dar lecciones de feminismo a las empresas de nuestro país a las que exige «cuotas» para que incorporen a más mujeres en los Consejos de Administración mientras él mantiene a su núcleo duro sin la presencia de ninguna mujer con influencia.

El presidente que presume de liderar el Gobierno más feminista de la historia tira de hipocresía y defiende que «es evidente que necesitamos las cuotas precisamente para garantizar esa igualdad». Unas cuotas que han brillado por su ausencia entre los elegidos para ser sus cargos de máxima confianza: todos son hombres.

Así lo ha puesto de manifiesto durante la clausura del acto organizado por el alto comisionado para España Nación Emprendedora con motivo del Día Internacional de la Mujer Emprendedora en el Museo del Traje. Inaugurado por el alto comisionado, Francisco Polo, y clausurado por el jefe del Ejecutivo.

Sánchez ha vuelto a sacar el tema de las polémicas cuotas y ha presumido de que en el PSOE hay un 60% de mujeres frente a un 40% de hombres. «El sistema de cuotas cambia las culturas y desde el punto de vista de la intervención pública es fundamental», ha recalcado. Esos porcentajes no son paritarios, ya que hay superioridad de mujeres, y además se le olvida comentar que en su núcleo duro no hay mujeres.

El presidente saca pecho de que lidera uno de los Gobiernos » más paritarios del mundo» porque tiene una representación femenina de «ministras de peso muy relevante». «Creo que España en este ámbito está dando un ejemplo y animo también a las empresas a que den ese ejemplo y que haya más representantes también en sus consejos de administración», ha remarcado.

Un núcleo duro «machista»

Hasta hace un mes, Llanos Castellanos era la única mujer con influencia en el núcleo duro del presidente del Gobierno. Su salida para centrarse en su nuevo cargo como secretaria de Política Institucional y Justicia en el PSOE provocó que el entorno más estrecho del presidente se quedase sin mujeres, un discurso que choca frontalmente con el que prodiga el propio Pedro Sánchez.

Los cargos de designación directa por parte del jefe del Ejecutivo son ocupados por hombres del PSOE. Dirigentes históricos que reciben la confianza del líder. Se trata de puestos elegidos a dedo que no requieren acreditar ninguna formación ni someterse a grandes escrutinios. Basta, como ocurre ahora, con ser amigos del que manda. Sorprende, pues, que Sánchez no haya encontrado a ninguna compañera capacitada para llevar la dirección del país.

Y es que en Moncloa todo es traje y corbata. Todos los cargos de confianza elegidos a dedo por el jefe del Ejecutivo son hombres. Desde el director de Gabinete, Óscar López, hasta el secretario de Estado de Comunicación, Francesc Vallès, pasando por el número dos de López, Antonio Hernando, y el secretario general de la Presidencia, Fran Martin Carrillo. La oficina económica de la Presidencia también tiene carácter masculino. En este caso en manos de Manuel de la Rocha.

En el kilómetro cero de la política española la mujer más cercana al presidente es la ministra de Política Territorial y Función Pública, Isabel Rodríguez, que en su cargo de portavoz forma parte de forma casi inherente del círculo más reducido de Sánchez. Como también forma parte de él el ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños.